El 9 de febrero de 2023, Credit Suisse Group reportó la pérdida anual más significativa desde la crisis económica mundial de 2008. Esto sucedió después de que los clientes asustados sacaran miles de millones de sus cuentas en el banco. La compañía pronostica que se producirán más pérdidas “sustanciales” este año.
Una serie de escándalos forzó una fuerte aceleración de los retiros en el cuarto trimestre. La salida de efectivo de las cuentas de los clientes superó los 110.000 millones de francos suizos (120.000 millones de dólares).
Como resultado, las acciones del banco disminuyeron un 10%. Esto obligó al segundo banco más grande de Suiza a optimizar significativamente su negocio, reduciendo costos y empleos para mantener su fortuna. La optimización toca la estructura de la empresa e incluye la creación de una corporación separada para su banco de inversión bajo la marca CS First Boston. El banco completó una recaudación de fondos de 4.000 millones de francos suizos en diciembre.
Ulrich Koerner, director ejecutivo del banco, demuestra la intención de crear un nuevo Credit Suisse y cumplir con su transformación estratégica de tres años. Pero los analistas están preocupados por la magnitud de las pérdidas y las salidas, ya que el rendimiento operativo de la empresa fue incluso peor de lo que se temía, y el nivel de las salidas fue bastante asombroso.
Con fuertes pérdidas para continuar en 2023, el banco espera otra ola de rebajas. En el cuarto trimestre, el banco registró una pérdida neta de 1.390 millones de francos. Su pérdida neta en 2022 alcanzó la impresionante cifra de 7290 millones de francos, marcando su segundo año consecutivo en números rojos. Las salidas de 2022 superaron todos los umbrales esperados. 2022 fue descrito como el peor año en los 167 años de historia de Credit Suisse.
La junta del banco ahora depende en gran medida del apoyo de los inversores, pero no da ningún detalle. La agencia de clasificación Standard & Poor’s rebajó la calificación del banco a solo un nivel por encima de la basura.